«Esto es todo, amig@s!»

Thats_all_folks.svg
Warner Bros., Public domain, via Wikimedia Commons

Ciertos dibujos animados de nuestra niñez terminaban con un personaje caricaturesco -a veces un conejo, otras un cerdo- diciendo con gracia «Eso es todo, amigos!». Lo hacía sobre un fondo hipnótico hecho a base de coloridas circunferencias concéntricas alrededor de un gran punto negro. Pero no es el objeto de este escrito analizar lo concerniente a los mensajes que -subliminales o no- son desde siempre lanzados de manera sistemática sobre la población a través de los medios de comunicación de masas, ya sea en las «noticias» como en películas, dibujos animados o canciones.

Aquí, simplemente, aprovecharemos la facilidad con la que aquella frase puede ser usada como recordatorio de Esto (en vez de «eso»). ¿Qué carajo quiero decir? Acompáñame si quieres, tranquilamente, en las próximas líneas y, si estás atento, lo sabrás. O más bien, lo recordarás…  Tan solo toma el tiempo que necesites, entendiendo y sintiendo cada palabra o frase, sin pasar a la siguiente hasta que tu claridad interna te invite a ello.

Si hay una Realidad, ¿qué otra cosa, sino dicha Realidad, podría ser tu identidad o naturaleza auténtica?

Ser, Conciencia, Espíritu… bien pueden verse como nociones, conceptos o ideas que, formulados o expresados en palabras, meramente indican, evocan o apuntan a Lo que Es. Lo que Es es el hecho permanente e incondicionado; es decir, lo que llamamos Realidad o Verdad; la cual es, necesariamente, la única y auténtica identidad o naturaleza. De ahí que podemos llamarlo Uno (sin segundo ni tercero…) o Esto (sin «eso» ni «aquello»), pues nada hay aparte o separado de Esto.

Siendo Esto la única identidad o naturaleza, tampoco hay, como es obvio, separación en Esto. Así, lo que llamamos universo o cosmos, en todas sus formas, planos, dimensiones y estados (incluyendo, por supuesto, la percepción o consciencia de todos ellos), no es otra cosa que Esto en su apariencia o manifestación natural o espontánea. Es decir, la esencia y la apariencia de Esto son aspectos inseparables de Esto; aspectos solo virtual o figuradamente separados, conceptualmente, a efectos prácticos de facilitar el reconocimiento de Esto por parte de Sí mismo, desde la perspectiva de un aspecto o faceta humana de su apariencia espontánea.

No hay, entonces, separación o «apartedad» en Esto que, siendo la Realidad o Verdad, permanente e ilimitada, es la única identidad o naturaleza.

Se comprende, por tanto, que en lo inseparable no hay sujetos separados, sino la mera apariencia de «ellos». Así, ningún atributo, facultad o cualidad (tal como naturaleza o identidad propias, autoría de acciones o voluntad independiente) puede predicarse de un sujeto inexistente. Todo en la apariencia universal sucede entonces de manera espontánea, natural, conforme al orden espiritual o naturaleza de la Realidad. O sea, tu (mi, nuestra) propia naturaleza…

Àlamo

cat-3940466_1920

Álamo
Los textos, audios y videos publicados por Álamo se presentan bajo una Licencia Creative Commons CC BY-NC-ND (Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada) y pueden descargarse y compartirse libremente, enlanzando o citando al autor y fuente original, sin modificaciones ni cambios de ningún tipo y para fines divulgativos no comerciales. Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International (CC BY-NC-ND 4.0)

resting_in_being

SER-enidad

«Este enfoque o punto de vista, puede resumirse en esta premisa básica: sólo hay lo que siempre es».

«SER no puede “ser un no-ser” ni, por tanto, comenzar a ser o dejar de ser. Lo que ES, ES. Sin principio ni fin ni condicionamiento alguno. De modo que, si hay una Realidad que es y permanece siempre (y es obvio que la hay, todos somos testigos de su variopinta apariencia), más allá de las formas variables y transitorias en las que se manifiesta, entonces no hay otra cosa que dicha Realidad o Ser absoluto; y esa es, necesariamente, nuestra auténtica naturaleza o genuina identidad, que es incondicionada, ilimitada, plena, perfecta».

«No hay caminos, procesos o etapas para “llegar a ser” lo que siempre somos, porque no hay nada aparte de lo que siempre es/soy/somos. Solamente la sugestión de ser sujetos separados-limitados, habiendo asumido la cultural identificación con el nombre y la forma, vela virtualmente el recuerdo o reconocimiento de nuestra naturaleza auténtica. Podríamos decir que el actor, durante el rodaje de la película, se olvidó de sí y creyó ser el personaje que representaba, asumiendo como reales su identidad, forma, personalidad e historia personal ilusorias».

«Así, cuanto más se asume y se siente la íntima Realidad del Ser, nuestro estado natural de serenidad se desenvuelve y manifiesta de manera paulatina, como paz, confianza y contento incondicionados,  no sujetos ya a ninguna circunstancia aparente.

Mas todo ese proceso no podría ser más que un sueño (aquel holograma, película u obra teatral de la que hablábamos), pues solo hay lo que siempre es-soy-somos: SER».

Álamo

Deja un comentario